No pierdas la oportunidad de quedarte callado

¿Es bueno quedarse callado? Se dice que tenemos dos ojos, dos oídos y una boca porque así debe ser y debemos usarlos a proporción, es decir observar más, escuchar más y hablar lo necesario.

Este artículo no va de quedarnos callados cada vez que se pueda, va de hablar cuando tenemos que hablar, solo lo que debemos de hablar y con la persona indicada.

Veamos, ninguno de los seres humanos somos simpatizantes de todo en la vida, hay muchas cosas que no nos parecen, pensamientos con los que no simpatizamos o culturas por las que no nos sentimos atraídos, todo eso es normal, a menos que aquello haga daño a las personas o los seres vivos de la tierra no debiéramos de oponernos, en caso contrario claro que deberíamos ser la voz de quien no la tiene.

Para ilustrar mi punto encuentro que la mejor manera de explicarme es con estas pequeñas historias, vividas desde mi experiencia o de gente mía cercana, pon atencion para que no te pase lo mismo.

Historia 1:

 Viernes en la noche, noche de drinks con las amigas:

Yo: ¿Cómo te va en el trabajo?

Ella: Pues me va.

Yo: ¿Pero que esta mal? La vez pasada que te cambiaste de trabajo fue porque dijiste que no te gustaba el trabajo de oficina y preferías campo.

Ella: Pues si pero no sé realmente qué quiero.

Yo: Debe haber algo que te guste más.

Ella: Aún no se que.

Yo: Bueno pero ¿Qué tal el trabajo actual?

Ella: Me la paso bien, lo malo es que tengo que ir también a campo los sábados, lo bueno es que no voy (risas). La verdad no se dan cuenta y solo cuando lo necesito voy y cuando no, no, de todos modos ellos me pagan, para eso está la empresa.

Yo: (Cara de Incredulidad y Silencio) Si me conoces personalmente sabes cuál es esa cara.

Tiempo después (no mucho) ella me pidió trabajo. ¿Cuál crees que fue mi respuesta?

Historia 2:

Cuando yo era más joven, estaba en la universidad recuerdo, (uno habla mucho de más en esa época). Me subí al metro de la CDMX iba con mi mejor amiga y era la ruta de costumbre.

Delante de nosotros iban unos chicos que a todas luces parecían delincuentes (digo parecían porque para uno es muy fácil juzgar, pero no tenemos la verdad absoluta, solo es nuestra percepción).

Se me hizo muy fácil decirle a mi amiga (en voz baja) que estos chicos eran delincuentes y que tuviéramos cuidado con ese tipo de gente porque seguro les gustaba la vida fácil, lo que no nos percatamos es que atrás de nosotros venían sus novias, al salir de la estación nos pararon en seco y nos hemos salvado de una golpiza solo porque corrimos a toda velocidad en dirección del otro metro y alcanzamos a entrar antes de que ellas nos alcanzaran, no quiero pensar en donde hubiéramos acabado aquel día.

Historia 3:

En una entrevista de trabajo (yo entrevistado), la entrevista iba muy interesante, la persona en cuestión tenía potencial, todo iba bien y perfila para ser un miembro de mi equipo, hasta que comenzó a hablar pestes de la que en ese entonces era su cliente, cliente que yo conocía y que me constaba perfectamente su forma de ser para con la gente y que no tenía nada que ver con la persona que ella describia, la persona entrevistada justificó su salida del otro trabajo por problemas particulares con la cliente que ambos conocíamos. Debería ser una regla no hablar más de alguien, si no tienes nada bueno que decir mejor no lo digas y más cuando lo que dices es mentira, me quede un amargo sabor de boca e hice mis propias investigaciones, en definitiva esta persona había mentido y levantado falsos a su cliente, está demás decir que no forma ni formará parte de mi equipo.

Este mundo es un grano de arroz, todos nos conocemos, evita hablar de más y ten cuidado:

• Sobre lo que dices
• Con quien lo dices
• Como lo dices
• Cuando lo dices
• El entorno o gente que pueda escuchar
• Decir mentiras, te deja más mal a ti que a la persona de la que hablas.

Recuerda usar nuestros sentidos a proporción.

Buena Semana.

Achievers:

Nos leemos en el siguiente Blog

Cynthia Dorantes.

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